¿Te has preguntado alguna vez cómo te ves a ti misma(o)? ¿Te gusta tu forma de ser? ¿Te quieres? ¿Eres capaz de reconocer las cualidades positivas que te han permitido conseguir tus logros y metas? La respuesta a estas preguntas es muy importante para tu bienestar emocional y físico.
“Lo que una persona piensa de sí misma es lo que determina o indica su destino” Henry David Thoreau
“La imagen de sí es lo que persona ve, cuando se mira a sí misma” Robert Burns
La autoestima ha sido definida de diversas maneras en el ámbito de la psicología. Una de mis definiciones preferidas, es la de Verónica de Andrés y Florencia Andrés en su libro “Confianza Total Para Vivir Mejor”. Ellas sostienen que la auto-estima es la base de la confianza, que se relaciona con un sentido de competencia personal, de ser consciente de tu propia eficacia, es decir, con tener la certeza de que si deseas conseguir algo, usando tus habilidades y recursos, podrás hacerlo efectivamente. La autoestima saludable se relaciona con un sentido de confianza muy profunda, que va más allá de lo que sabes, tienes o hayas logrado. Es el sentimiento de valoración que hacemos sobre nosotros mismos, e influye en diversas áreas de nuestras vidas, específicamente en el ámbito de las relaciones interpersonales, en el ámbito académico y laboral. La autoestima se relaciona con el estilo de vínculo afectivo que tenemos, influye en la elección de nuestras parejas, de nuestra profesión, trabajo, amistades y de todo tipo de proyectos que deseemos realizar.
“La auto-estima es confiar en nuestra habilidad para pensar, enfrentar los desafíos básicos de la vida y confiar en tu derecho a tener éxito y ser feliz. Sentirte digno, merecedor, con derecho a expresar tus necesidades y deseos, a alcanzar tus valores y disfrutar de los frutos del esfuerzo.”
Nathaniel Branden
¿Te has preguntando cómo se sienten las personas que tienen autoestima baja? Generalmente, tienden a evaluarse de manera negativa, sienten que no les gusta su forma de ser. Tienden a anticipar que sus proyectos tendrán resultados negativos, suelen establecerse metas muy elevadas y difíciles de alcanzar, lo que suele provocarles frustración y ansiedad, confirmando la imagen negativa de incapacidad personal que acostumbran tener.
En el ámbito de las relaciones interpersonales, tienden a compararse constantemente con quienes les rodean, para confirmar sus defectos y destacar las virtudes ajenas, disminuyendo su valor propio. Tienden a adoptar actitudes autocríticas que los llevan a destacar sus defectos y a devaluar sus virtudes. Estas actitudes, los llevan a establecer relaciones competitivas que suelen generar conflictos que aumentan la sensación de inadecuación personal. La sensación de inseguridad personal es elevada, a tal punto que las personas con baja autoestima no pueden expresar lo que sienten, tienden a ser pesimistas, a sentirse víctimas de una vida que las sobrepasa, y en la cual no consiguen dar la talla ni cumplir sus objetivos.
Si reconoces que tu autoestima es baja y deseas fomentarla, puedes aplicar las siguientes estrategias: lo primero es dejar de criticarte duramente por los errores que cometes. ¡Todos los seres humanos nos equivocamos, es la forma que tenemos de aprender! Cuando cometas un error, reconoce que no es el fin del mundo, que existen formas de arreglar la situación. Si en ese momento te recuerdas que estás bien, que tienes muchas cualidades positivas y habilidades personales que son valiosas, podrás adaptarte y avanzar en tu vida, con una actitud de gratitud y aceptación que te permitirá cumplir tus metas y apreciarte cada día más.
Necesitas aprender a tratarte con amor, con paciencia, con amabilidad, como tratarías a un amiga(o). Durante el proceso de cambio que vivas para fomentar una autoestima saludable, recuerda que siempre puedes usar los errores cometidos, como una instancia de aprendizaje que te fortalecerá. No te castigues por ellos, acéptalos y busca cuáles lecciones puedes aprender para mejorar y desarrollarte aún más.
Necesitas ser consciente de los pensamientos que tienes y los diálogos que usas contigo misma(o). ¿Qué cosas te dices? ¿Qué palabras usas? ¿Te tratas de manera positiva o negativa? Recuerda que tienes la capacidad de reconocer tus pensamientos y de modificar los pensamientos negativos y auto-derrotistas, por otros positivos que te auto-motiven y ayuden a enfocarte para conseguir tus metas de manera efectiva. No te culpes ni castigues por tener pensamientos negativos, en vez de ello, hazte preguntas que te ayuden a cuestionar esas creencias y ponerlas en perspectiva. Por ejemplo, “¿qué evidencia tengo de que esto es efectivamente así?”, “otras personas han cometido errores similares y no han enfrentado consecuencias tan catastróficas por ellos”, “¿de qué otro modo podría ver esta situación?”, “¿qué le diría a una amiga(o) que estuviera atravesando una experiencia similar?”, etc.
No te asustes si tienes pensamientos negativos o derrotistas, transfórmalos en otros positivos y alentadores, y notarás la diferencia en tu estado de ánimo y en el modo en que te relacionas contigo misma(o).
Aprende a reconocer y aceptar tus emociones, intenta darte cuenta del sentido que tienen, con qué situaciones se relacionan. Y busca maneras sanas para expresarlas. Puedes recurrir a la comunicación asertiva y a las habilidades de la Inteligencia Emocional para expresar lo que sientes, haciéndote respetar y estableciendo límites sanos en las relaciones con los demás.
Date la libertad y el espacio para ser tu misma(o), y asumir las responsabilidades que implica hacerte cargo de tu vida. Intenta conocerte en profundidad, reconocer tus necesidades, así como tus cualidades para satisfacerlas. Busca potenciar aquellas áreas en las cuales sientes que necesitas mejorar, y recuerda usar tus fortalezas y habilidades para enfrentar los desafíos que puedan surgir en el camino, con una actitud flexible y de apertura que te permita adaptarte mejor.
Elógiate siempre que puedas, así sentirás más ánimo y energía para enfrentar los desafíos que puedan surgir en el camino, reconoce todas aquellas actividades que realizas bien, todos los logros que has conseguido gracias a tus cualidades y habilidades personales. Y aprende a aceptar los elogios que recibas de parte de quienes te rodean, te los mereces.
Acepta que te mereces todas las cosas buenas que te sucedan y lleguen a tu vida. Confía en tus amigos y seres queridos, recurre a ellos en busca de apoyo y cuando necesites poner las cosas en perspectiva.
Acéptate tal cual eres, con tus virtudes y defectos. Nadie es perfecto, y todos los seres humanos podemos aprender a potenciar nuestras debilidades y utilizar nuestras fortalezas para conseguir nuestros sueños. Presta atención a tus necesidades y deseos, pregúntate qué puedo hacer para estar mejor, cómo puede sentirme más feliz, y hazlo.
Recuerda que puedes usar técnicas de relajación, de meditación o atención plena para calmar tu mente, aquietar los pensamientos negativos, y cambiarlos por otros más positivos que te ayuden a sentirte mejor.
Adopta actitudes de autocuidado en relación a tu persona, de manera integral. Cuida tu cuerpo, aliméntate sanamente, haz ejercicio físico de manera regular, duerme adecuadamente, disfruta la naturaleza. Date gustos de vez en cuando, te los mereces y te harán sentir bien, así que mímate, anda al cine, júntate con tus amigas(os), escucha tu música favorita, lee un buen libro, dedícate a tus hobbies, etc. Así te sentirás bien contigo mismo, te considerarás una persona atractiva(o) y con más energías para realizar las tareas de tu vida diaria.
Si sientes que necesitas un proceso de ayuda más profundo para desarrollar una autoestima saludable, recuerda que puedes acudir al psicólogo(a) y realizar una psicoterapia, instancia en la cual podrás identificar los temas que necesitas trabajar, consiguiendo avances efectivos en diversas áreas de tu vida.
Con autoconsciencia, paciencia, tolerancia a la frustración y cuidado, podrás comenzar el proceso de cambio. Verás que el esfuerzo valdrá la pena: comenzarás a tratarte con respeto, con amor, con cariño, valorándote como persona y como ser humano. Con la práctica verás cómo aumentará la confianza en ti misma(o), sentirás paz en tu interior, podrás expresar tus emociones, creencias y opiniones con confianza, estableciendo relaciones armoniosas con quienes te rodean, con actitudes de tolerancia, aceptación, compresión, optimismo. Podrás establecer metas realistas para cumplir tus sueños y conseguirlas de manera creativa, sintiéndote bien contigo mismo y valorándote cada día más.
Espero que estas sugerencias te ayuden a comenzar tu proceso de cambio, te permitan sentirte a gusto contigo misma(o) y crecer como persona, disfrutando cada experiencia que vivas. Si necesitas apoyo psicológico o requieres más información, no dudes en contactarme.
Fuentes:
Confianza total para vivir mejor. Herramientas para desarrollar la Inteligencia emocional, la auto-estima y la motivación. Autoras: Verónica de Andrés y Florencia Andrés.
Artículo “Amarse a uno mismo”, de Wayne Dyer.
El espacio de Priscilla sobre Psicología y Psicoterapia 